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Dirección y coordinación:  Rafael Moreno Rojas Catedrático de Nutrición y Bromatología

Texto: Edwin Fernández, Esther Filiberto Garrido, Ángela Mª Lara Hernández y Federico Sambo (alumnos Alimentación y Cultura de la Titulación de Ciencia y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Córdoba)

  Villaharta

Ubicación

El municipio de Villaharta es uno de los más cercanos a la capital de Córdoba (25 minutos), situado muy cerca de Espiel y de Obejo, al sur de la comarca. Presenta algunas particularidades con respecto al resto de pueblos. Por ejemplo, es el que presenta menor superficie (tan solo 10-12 km2) y es el que tiene un mayor índice de inmigrantes rumanos de la comarca. A pesar del pequeño tamaño, existen dos casas de labor en el municipio: Solana del Peñón y Cerro Miguelito.

Historia

La localidad de Villaharta tiene su pequeña y gran historia, un pasado lejano y cercano a la vez, al que hemos de aproximarnos con rigor, desde la recreación imaginadora.

La historia de nuestro pueblo está entrelazada y ha influido en “otras historias” de los pueblos más próximos, como Obejo, Espiel, Villaviciosa, El Vacar, o Pozoblanco. La historia de un pueblo, enclavado en las faldas del cerro de la Solana.

El origen de esta villa, bien se puede remitir a un poblado céltico o ibérico-romano llamado Casóbriga, para dar este dato nos remitimos a unos vestigios que indican de su existencia, pero poco más sabemos de este periodo. Para hablar del origen de Villaharta es preciso que noPanorámica Villahartas remontemos a la Edad Antigua en la Villaharta que se integraba en un contexto claramente minero. Esta producción minera nos lleva hasta la época romana puesto que existían en la zona dos vías que canalizaban la producción hacia Corduba y el Guadalquivir: La Vía Corduba- Ermita, (Córdoba, Nuestra Señora de Linares, El Vacar, Belmez, Fuente Obejuna…); y la Vía Corduba-Sisapo, que se separaría de la anterior en las proximidades de Villaharta y continuaría hacia el norte (Puerto del Calatraveño, Alcaracejos, El Viso, Santa Eufemia…).

Además de la existencia de estas vías, los romanos también encontraron un especial interés en los centros termales y zonas de aguas ferruginosas. Durante el periodo musulmán, los caminos de Córdoba a Mérida y Toledo pasaron cerca de su demarcación, no parece que existiera ninguna población hasta finales de la Edad Media. Esta localidad se desarrollaría durante el siglo XV, así queda reflejado en 1478, con la aparición de los primeros documentos que hacen mención al pueblo. Tales hacen referencia a una localidad vista como centro de hospedaje para viajeros y mercaderes, que hacían la ruta de Córdoba a Belmez o desde Córdoba a los Pedroches. Entre los lugares que se conocen están las ventas de Lopillo, la Sileruela y la del río Guadalbarbo, todas ellas regentadas por vecinos de Villaharta a fines del siglo XV.

La población se encuentra documentada en 1478, cuando Alfonso de Hoces arrienda a Benito Rodríguez y a su mujer Juana Díaz, vecinos de la misma, una heredad con dos lagares, una piedra de molino y algunas viñas. Posiblemente surgiera como núcleo de alguna entidad a mediados del sigo XV, formando parte del cinturón de aldeas que, a finales de la Edad Media, jalonaban la Sierra de Córdoba. Durante el reinado de los Reyes Católicos, se le concedió en 1495 a Fernando Páez de Castillejo facultad para fundar, a favor de su hijo Francisco Páez de Castillejo, un mayorazgo constituido por la parte de sus propiedades, entre las que se encontraban las tierras de La Alhondiguilla, que con el tiempo será la que forme el término municipal de Villaharta.

No obstante, el proceso de creación de la villa fue a partir de la constitución del mayorazgo en 1630, cuando el titular Diego Páez de Castillejo, quinto señor del arrendamiento, compró a la corona por cinco mil ducados la jurisdicción civil y criminal. En aquel momento, el Estado necesitaba dinero para sufragar los gastos públicos y costes de las guerras, por ello vendía jurisdicciones a particulares; igual le sucedió a las villas vecinas de Espiel y Villanueva del Rey.La familia de los Páez de Castillejo quedó sin descendencia directa a mediados del siglo XVII, siendo el último señor de Villaharta, Andrés Bañuelos Páez de Castillejo. Tras las sucesivas transmisiones hereditarias llegó la villa a posesión de la casa de Alba y Marques de El Carpio, que fue XII señor de Villaharta.Durante esta etapa, esta villa contaba con sólo once casas y una posada que giraban en torno a una pequeña iglesia o ermita, con una capilla lateral, hasta 1805 no se instauró la pila bautismal, que visitó el obispo Antonio de Trevilla en 1815.

La Iglesia actual, en la que se veneraba a Nuestra Señora de Belén, traída del vecino convento de Pedrique y que había pertenecido a los ermitaños del yermo de Córdoba, se edificó en 1828.Ya en 1835, en el Boletín de la Provincia de Córdoba se hace una referencia a esta villa debido a su tamaño de una legua, y por pertenecer al Ducado de Alba. En dicho Boletín se señala también, el hecho, de que Villaharta carecía de médico y de maestro de escuela pero que contaba con unas excelentes aguas medicinales.

La demografía fue creciendo paulatinamente en el pueblo, ya en el año 1839, Villaharta tenía tres calles, compuestas por unas cincuenta casas y con un censo de 298 habitantes. A finales del siglo XIX su censo de población era muy parecido al actual, unos 600 habitantes. Sus cinco calles las componían 182 edificios.

El siglo XX trajo para Villaharta un periodo de altibajos, como en el resto de España, sufriendo la Guerra Civil y la dictadura de Franco. Con la entrada de la democracia, se dejaron atrás duros años, había todo un camino por delante para reconstituir el municipio. En la actualidad Villaharta es un núcleo de población que goza de una gran calidad de vida. Ha mantenido siempre una producción agrícola basada fundamentalmente en los olivos, aunque antes también se explotaban cereales y vides. Su población jornalera se mantuvo siempre distante de las revueltas de la época. Hoy en día, sigue siendo un pueblo tranquilo.

Recetas

Gastronómicamente, posee una gran riqueza en derivados del cerdo, en especial chorizos y morcillas. Es uno de los pocos pueblos que realizan matanzas anuales, aunque tan solo lo hagan un par de familias. Hemos encontrado algunas recetas típicas de este pueblo, las cuales describiremos a continuación:

CALDILLO DE VERANO:

Ingredientes:  4 pechugas de pollo;  6 huevos (3 cocidos y 3 crudos);1 cabeza de ajos; 1 rama de perejil; 1 cajita de cominos; 1 hoja de laurel

Elaboración: Se pone a hervir agua en una cazuela con el laurel, algunos dientes de ajo, el perejil y algo de comino. Cuando hierve, se echan las pechugas (también pueden ser de pavo o gallina).Cuando se cuezan, se sacan, se escurren y se parten en pedacitos pequeños. A parte, batimos los tres huevos crudos y los espesamos con un poco de harina.  Los trozos de carne se pasan por esta mezcla y se fríen en aceite (que no debe estar excesivamente caliente). En una fuente a parte, se machacan los ajos asados con una cucharadita de comino, las tres yemas de los huevos cocidos y un poco de vinagre. Se maja bien y se le añade poco a poco el caldo de la carne previamente colado.  En el caldo, se añaden los trozos de carne fritos y las claras cocidas y troceadas.  Se sirve muy frio.

SOPA DE ENFERMOS (invierno)

Ingredientes: 1 loncha de jamón; 1 huevo crudo; Cebolla, sal, aceite de oliva y tostones (cuadrados de pan duro muy frito).

Elaboración: Se pone un poco de aceite en la sartén y se refríe la cebolla muy picada con el jamón troceado. Cuando esté listo, se echa agua y se deja hervir unos 10 minutos.  Antes de servirse, echar el huevo con el tiempo justo para que se cuaje la clara. En el plato en el que se sirve, se ponen unos trozos de pan, muy fritos (tostones) y sobre ellos, se vierte el caldo y el huevo. Servir muy caliente.

TORTILLITAS DE SAN JOSÉ

Ingredientes: 3 huevos; media cabeza de ajos; perejil o hierbabuena, aceite y pan; fideos.

Elaboración: Se baten los huevos. A parte, se parten los ajos y se pica el perejil para añadirlo a los huevos. Se añade la miga de pan.  Hasta conseguir una masa. En una sartén se pone aceite para calentar. Cuando esté listo, echar la masa con una cucharadita pequeña. En el mismo aceite, se fríen los demás ajos tras freír las tortillas y se le añade agua, dejándolo hervir 5 minutos. Después, echamos las tortillas y un puñado de fideos. Se deja hervir y se sirve caliente.

SOLOMILLO AL OBISPO

Ingredientes: 3 solomillos enteros de cerdo (se puede usar otro tipo de carne); 1 cabeza de ajos; 1 cebolla; 1 tomate maduro grande; algunas almendras peladas; 2 o 3 ramas de perejil; pimienta (opcional); ½ litro de vino blanco.

Elaboración: Se fríen los solomillos sazonados con sal en una sartén con aceite hasta que estén dorados, y se sacan. En ese aceite, se fríen los ajos pelados, la cebolla picada y el tomate. Cuando estén fritos, se majan en un mortero. Se hierven los solomillos en una cacerola con el medio litro de vino. Cuando están casi cocidos, se majan las almendras con agua o con más vino, y se añaden al solomillo junto con el majado anterior. Se deja hervir unos minutos y se sirve muy caliente.

 Otros platos típicos de los cuales podemos consultar las recetas en la página web del pueblo son el caldillo de carne de pollo, el ajo de harina, el cochuflo de coles, el guiso de castañas, la cazuela de habas y la boronía. Dentro de los postres destacamos los buñuelos de Carnaval, las sopaipas, las hojuelas y el hornazo (muy típico en el Domingo de Resurrección).

Fiestas locales y relación con los alimentos

En Villaharta hay una serie de fiestas representativas:

Fiestas de la Virgen de la Candelaria: Primera semana de febrero. Se quema tomillo en las plazas del pueblo, formando hogueras donde se reúnen los vecinos para cantar canciones.

Fiesta de la Virgen del Carmen: Fin de semana cercano al 16 de julio.

Fiesta de San Rafael: Se celebra el 24 de octubre. Se celebra una comida de hermandad en honor al patrón de la localidad.

Día de Andalucía: Se realiza una gran paella para los habitantes del pueblo, a cargo del ayuntamiento.

Merendilla: En sus inicios, se le daba a los niños una tajada de lomo y un hornazo cuando se confesaban para hacer la comunión. Poco a poco, los padres se iban uniendo a esa comida trayendo sus platos. Hoy en día, es una reunión que se realiza el Sábado de Gloria

Día del café: Es una celebración que tiene lugar el sábado más próximo al 16 de noviembre. El Día del café era un motivo más de reunión en el pueblo. Un grupo de chicas se reunían en la casa de una de ellas con el objetivo de tomar café o chocolate con el chico que les gustaba. Para ello, cada una se llevaba las tazas y cubiertos propios de la casa y los colocaba en las mesas pequeñas que había para cada pareja. De esta forma, antes de entrar a la casa, las muchachas describían al chico que le gustaba las tazas que ellas habían llevado. Como primero entraban los chicos y elegían mesa, ya sabían dónde se encontraba sentada la chica que había hablado anteriormente con ellos. Esta era una antigua forma de citas en el pueblo. A día de hoy, esta costumbre se ha perdido como tal. Ahora lo que se realiza es una reunión entre los mayores empadronados enVillaharta para tomar café en uno de los bares del pueblo. Como curiosidad, antiguamente eran las mujeres las que pagaban toda la merienda de ese día y además, toda la familia de la chica que realizaba la reunión, estaba presente, para evitar comportamientos indecorosos.

Restaurantes 

Restaurante Santa Elisa, a las afueras del pueblo.

Bar Andalucía y Bar Mirasierra, típicas cafeterías donde los mayores suelen ir a pasar las tardes.

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