Dirección y coordinación: Rafael Moreno Rojas, Catedrático de Nutrición y Bromatología
Texto: Fernando Ruiz Cubero, Francisco Javier Peña Ojeda y Carmen Prieto Serres (alumnos Alimentación y Cultura de la Titulación de Ciencia y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Córdoba)
Villa del Río
Ubicación
Villa del Río es un municipio español de la provincia de Córdoba, Andalucía. En el año 2005 contaba con 7.432 habitantes. Su extensión superficial es de 22 km² y tiene una densidad de 337,8 hab/km². Sus coordenadas geográficas son 37º 59′ N, 4º 17′ O. Se encuentra situada a una altitud de 165 metros y a 52 kilómetros de la capital de provincia, Córdoba.
Historia
Para comprender mejor la principal forma de producción, transformación y comercialización alimentaria de Villa del Río, deberemos realizar un repaso a través de la historia de este municipio.
La historia de Villa del Río se remonta a las más remotas culturas béticas; los tartesios y los túrdulos, ubicándose una de esas tribus en el antiguo poblado de Sissia, actual Villa del Río. Sobre este antiguo poblado, los romanos siguieron construyendo. De ésta época se conserva el puente romano sobre el arroyo Salado, así como las aceñas o molinos hidráulicos de harina que más tarde utilizarían también los árabes.
Se sabe que sus tierras formaron parte de la corona de Córdoba durante la dominación musulmana. Son los árabes los que mejor potencian la zona, estableciendo los primero canales de riego y huertas alrededor del poblado. Sería después incorporado a territorio cristiano, probablemente antes de la propia ciudad de Córdoba, dada la importante situación estratégica que tenían para la comunicación en el Reino de Jaén, desde donde partieron las tropas castellano-leonesas para la conquista de la capital. Después de su conquista por Fernando III, no quedó asentada ninguna población musulmana
Esta localidad era la primera que el viajero se encontraba viniendo desde Castilla por el puerto de Muradal. En sus tierras, dada la reducida dimensión del mismo, abundaba más la pequeña propiedad que el latifundio. Sus vecinos se dedicaban preferentemente al cultivo de cereales y viñas en los siglos XIII y XIV, constatándose en él la presencia de olivares y almendrales. Existían igualmente industrias subsidiarias de los productos agrícolas, bodegas, aceñas y molinos. El consejo poseía una dehesa para pastos.
Durante la época moderna, Aldea del Río continúa dependiendo del cabildo Cordobés. El gran auge de la población se produce desde la segunda mitad del siglo XVIII hasta la primera del siglo XIX, triplicándose la población como consecuencia de la riqueza subsiguiente a las explotaciones olivareras, cerealistas y sederas, así como a la industria de fabricación de paños. Cuenta en el siglo XVIII con 8 almazaras y 5 bodegas para el almacenamiento de aceite, con capacidad total de 4.750 arrobas.
La estratégica situación y la facilidad de sus comunicaciones apenas afectaron la economía local de Villa del Río durante el siglo XIX. Solamente una pequeña pero floreciente industria de transformación agrícola minimizó la dependencia económica de la comunidad, desde mediados de este último siglo, hacia las actividades agropecuarias. Consecuentemente, la producción olivarera y cerealista y las hortalizas concentran la mayor parte de los esfuerzos productivos por esos años. Tanta dependencia de la agricultura hizo posible que en frecuentes ocasiones las pérdidas de cultivo determinasen crisis sociales y demográficas; incluso en fecha tardía como en 1905.
En la actualidad su economía se sustenta con la explotación del olivar y de los cereales, así como de la industria de la seda. Además se lleva a cabo la explotación de ganadería porcina y vacuna así como la actividad de caza menor y pesca.
Producción y comercialización alimentaria
Debido a su productiva zona geográfica y a la antigua tradición de la explotación del olivo, destaca esta zona por su buen aceite de oliva, elaborado en las diversas cooperativas del municipio.
Algunas de estas empresas son: Aceites Montrreal S.A.; Cooperativa olivarera; Nuestra Señora de la Estrella; Aceitera Villarrense S.L.
Además, debido a su extensa producción de hortalizas y otros productos de la tierra existen empresas dedicadas a la siembra, recogida, almacén, distribución y transformación y venta de productos agrícolas dirigidos a las explotaciones agropecuarias. Tal es el caso de la empresa Agrícola Cerro Colorado S.L.
Recetas
En la gastronomía de este pueblo destacan platos como los maimones, el azarillo, la caldereta de cordero, las migas y las gachas dulces. Además también cuenta con una variedad de postres típicos como son la crema de nueces, los pestiños, los roscos, las magdalenas y las orejas.
1.- Maimones o sopa de hortalizas:
Es uno de los platos más destacados de la cocina de Villa del Río. Su origen viene remontado a la época árabe, debido al cultivo y recolección de estos alimentos, además de estar condimentada con especia.
Se prepara con aceite, pan, cebolla, canela en rama, leche y azúcar. La elaboración es sencilla: en el aceite caliente se fríe el pan en rodajas muy finas, extraído el pan, en el mismo aceite se fríen cascos de cebolla; una vez macerada la cebolla, en el aceite se vuelve a echar el pan, se revuelve todo con leche, azúcar y canela, al gusto, y se deja hervir. Este plato se suele tomar en invierno como postre, pero también es una comida muy adecuada para personas desmejoradas.
2.- Azarillo:
Es una especie de aperitivo muy peculiar. Se elabora pasando en las brasas unos pimientos colorados troceados, con ajos, y un bacalao a tiras; se mezcla todo con huevos troceados por encima.
3.- Caldereta de cordero:
Perdura asimismo la caldereta, un guiso de cordero muy sabroso. En una cazuela de barro se prepara una salsa con cebolla, laurel, tomillo y pimentón; se mueve todo a fuego lento y se le añaden las tajadas de cordero no muy grandes; en un mortero se machaca el hígado, que se adiciona a la carne.
4.- Gachas dulces:
Se consumían habitualmente durante épocas de escasez en toda Andalucía, existiendo así muchas variedades en las gachas andaluzas en función de la zona y época de su consumo. En Villa del Río nace la versión dulce de las gachas, no siendo ya un alimento básico, sino un postre inspirado en las gachas tradicionales. De este modo era muy habitual prepararlo en las vísperas de las fiestas de esta comarca
Para preparar este plato es necesario reunir los siguientes ingredientes: aceite de oliva, flor de hinojo, cortezas de limón, harina, agua o leche, frutos secos y miel. La preparación es bastante sencilla. En primer lugar se deberá rehogar en aceite de oliva templado, flor de hinojo y cortezas de limón. A continuación se añadirá el agua o la leche (según el modo de preparación de cada uno) y una vez caliente se le añade harina. Finalmente, se incorporan frutos secos y miel.
5.- Olla a la venta:
Antiguamente, Villa del Río era un lugar de paso, pues en este mismo pueblo se encontraba asentado la aduana de cobro del portazgo de los pinos que entran en este Reino de Córdoba por el Guadalquivir y por ser ésta la primera población de dicho reino con la que se encontraban todos los viajeros que procedían de Castilla y atravesaban el puerto de Muradal. De este modo, en aquella época existían mesones y bodegas donde se servían comidas y vinos para los forasteros, surgiendo así uno de los platos típicos de ésta comarca, olla a la venta.
Se trata de un estofado de carne con alubias blancas, que constituía un plató casi ligado en estos lugares de paso. La carne podía ser de toros o de ternera, nunca de cerdo. Una vez rehogada, se le añadía las judías blancas, patatas y trozos de chorizo y jamón; se dejaba hervir y se servía en platos individuales.
6.- Migas:
Plato típico de pastores con el que se aprovechaba el pan duro. Quizás proviene del cuscús magrebí. Es muy típico en varias zonas de España, por lo al ser un plato tradicional existen variedades. En esta zona de Andalucía se hacen con pan duro, aceite de oliva y ajos. Se puede acompañar de pepino, aceitunas o rábano.
Para su preparación se hace un refrito en una sartén con tomate, ajo, pimiento y cebolla al que se añade, para aprovecharlo, pan duro.
7.- Pestiños:
Los pestiños es una receta tradicional con orígenes moriscos, fruto de los siglos de dominación musulmana. Se toman para celebrar las fiestas de Navidad y Semana Santa. La miel y el anís son los que aportan su especial sabor a estos sencillos dulces. Además llevan entre sus ingredientes aceite de oliva, vino blanco, cáscara de naranja, harina y, por último, se utiliza ajonjolí y canela para aromatizarlo.
En primer lugar, para su elaboración es necesario poner a calentar en una sartén el aceite. Para quitar la acidez se añade a la sartén con un trozo de cáscara de naranja. Una vez dorado y el aceite está bien caliente, se aparta y se añaden los anises. Se deja enfriar a temperatura ambiente y se quita la cáscara frita. A continuación, en un cuenco grande se hace la mezcla con el aceite frío, la harina y el vino blanco. Se remueve bien hasta que quede homogénea para extenderla sobre la mesa y dejarla reposar durante media hora.
Por último, se debe cortar la masa en pequeñas tiras y añadir de nuevo a la sartén con aceite abundante. Cuando estén dorados y crujientes, se escurre sobre el papel de cocina y se pasa una mezcla de miel con cucharadas de agua, calentada brevemente al fuego. Actualmente se termina con azúcar espolvoreado una vez terminado de freír los pestiños.
8.- Crema de nueces:
Un postre de esta tierra en cualquier época del año es la crema de nueces.
En este dulce se emplea un litro de leche, un cuenco de nueces machacadas y un cuenco de azúcar lleno. La leche se pone al fuego con la nuez y el azúcar, y se deja hervir hasta que espese. Después se le incorpora el azúcar. Una vez bien espesado se distribuye en cuencos y se deja enfriar.
9.- Orejas:
Actualmente también en vísperas de las fiestas más importantes se elaboran orejas. Este postre se realiza con huevos, mantequillas, levadura, harina, azúcar, anís y sal. En primer lugar, se debe realizar la masa. Una vez está homogeneizada, se amasa bien y se deja que fermente la levadura durante treinta minutos. Se estira bien en la mesa y se corta la masa en forma de oreja. A continuación se fríe con aceite bien caliente y cuando esté bien doradas, se sacan y se espolvorean de azúcar.
Fiestas locales y relación con los alimentos
Existen varias fiestas que presumen de importancia en la comarca de Villa del Río. Entre ellas están la Feria de San Isidro, Feria de la Virgen de la Estrella, Día de la Cruz de Mayo, la víspera de la Virgen de la Candelaria y la Semana Santa. Sólo algunas de ellas guardan relación con hábitos alimenticios de estas fechas.
1.- Hogueras y Fandangos: Vísperas de la Candelaria (2 de Mayo):
La víspera del 2 de Febrero, es costumbre que los jóvenes enciendanhogueras en calles y plazas, en torno a las cuales se forman animados corros de gentes que cantan y bailan hasta altas horas de la madrugada. En los últimos años se arrojan a las hogueras muñecos o peleles que representan a personajes rechazados por la sociedad. Las brasas de los candelorios se aprovechan para asar en ellas chorizos, carnes e incluso pescado, que se ofrecen a los presentes. En vísperas de esta celebración los jóvenes salen al campo para recoger leña y ramas, procedente de la poda de los olivos.
2.- Feria de la Virgen de la Estrella (7 al 10 de Septiembre):
Es la fiesta de mayor importancia en este pueblo. Según cuenta la tradición, a finales del siglo XV unos segadores encuentran una imagen de la Virgen escondida en medio del monte. El pueblo en sus creencias de la época considera como una aparición el hallazgo y, se apresuró a edificarle una pobre y pequeña ermita en el mismo sitio de la aparición, que hoy ocupa el Humilladero.
Cuando llegan estas fiestas mayores cientos de villarenses se dan cita en el Humilladero, donde al alba se recuerda en la misa a los segadores, que fueron los primeros en rezar a la Virgen.. El día 7 el pueblo trasladala la Virgen de la Estrella en procesión desde su ermita a la iglesia parroquial. A esto se le llama “la bajada”. Al día siguiente se dedica la Solemne Función Religiosa, baile de segadores y procesión, acompañada de bandas.
3.- Día de la Cruz ( Mayo)
Desde hace algunos años se celebra un concurso municipal de Cruces, instaladas en calles y plazas; en torno a ella se improvisa animadas veladas, en las que no faltan la bebida y la música. Suele instalarse o adornarse una decena de cruces, entre las que ocupa lugar destacado la de la Cruz de los Mocitos; monumento de forja que se alza permanentemente en esta plaza.
4.- Romería de San Isidro (15 de Mayo):
San Isidro Labrador es el patrón de Villa del Río, y el día de su honomástica sale por la mañana de la Ermita de la Patrona, la Virgen de la Estrella, y se dirige en procesión a lo que actualmente se denomina como la Rivera, a orillas del Guadalquivir.
Acompañan al Santo Patrón carrozas engalanadas y caballistas.
Peroles y una gran fiesta esperan a todos los visitantes y lugareños en la rivera, donde todos pasan una estupenda jornada festiva, encuentro y convivencia.
5.- Semana Santa:
Durante estas fechas, tienen lugar diferentes tradiciones culinarias. Sobre todo aquella que está orientada a la elaboración de postres como son las orejas y los pestiños.
La semana mayor se abre en Villa del Rió el Domingo de Ramos con la procesión de la Borriquita. El Jueves Santo, a la atardecer, salen las procesiones de la Oración del Huerto, la Santa Cruz, el Santísimo Cristo de la Humildad, San Juan Evangelista y nuestra Señora y Madre de la Paz y Esperanza.
El Viernes a las cinco de la mañana sale de la iglesia de su nombre la procesión de Jesús Nazareno, paso que, a la alba, se le une los de María Magdalena, San Juan Evangelista y Nuestra Señora de la Soledad, que salen de la parroquia. El momento culminante de esta procesión es el Sermón del Paso, en la plaza de la constitución. Por la tarde desfila la Procesión del Santo Entierro que tras cantar el miserere en los oficios acompañaban a Cristo Muerto.
Cierra la Semana Santa villarense la Procesión del Resucitado que hace su encuentro con Nuestra Señora de la Soledad.
6.- Carnaval:
Los Villarenses hacen un despliegue de buen humor e ingenio. Comparsas y chirigotas ponen la nota crítica de un pueblo que sabe divertirse. Dulces acompañan también estas fechas como son las famosas orejas.
Restaurantes
Existen diversos restaurantes, aunque cabe destacar sobre su totalidad unos cuantos. En ellos se pueden degustar los platos más típicos de Villa del Rio.
1.- Restaurante/Hostal Cuatro Caminos:
Se trata de un restaurante donde se puede degustar la cocina tradicional de la zona. Dentro de su menú se encuentran platos como solomillo de ternera al foie con salsa, milhoja hojaldrada de rabo de toro y cremoso gratinado de patata y postres como courant de chocolate a la crema de vainilla con helado o torrijas caramelizadas a la crema de arroz con leche y helado.
2.- Hostal del Sol:
Entre sus especialidades se encuentra el rabo de toro, solomillo de ternera al paté, pimienta y roquefort, salmorejo y gazpacho. Además presume de postres caseros típicos de este pueblo, como la crema de nueces o los pestiños.
3.- Bar-restaurante Los Caballos:
Encontramos tapas variadas, carnes y pescados a la brasa y barbacoa.
Villa del Río no cuenta con conventos ni hornos donde se pueda presumir de postres característicos. Aunque sí cuenta con dos pastelerías-panaderías donde se fabrica de manera artesanal pan, tartas y pasteles.
Por otro lado, podemos encontrar un establecimiento de comida rápida donde sirven pollos asados y comidas caseras.
Muy buen blog, este de gastro… Córdoba, me ha encantado y sobre todo las recetas gastronómicas de mi pueblo: Villa se Río, antigua Orabuena.
Saludos
Carmen Barrerea ( una Villarrense.)